¿Se está levantando el yeso de tu pared? ¿Ves manchas de moho en el techo? ¿La madera de tus muebles se empieza a estropear? Sin duda, estos son claros signos de la presencia de humedad excesiva en tu hogar. Una posible solución a estos problemas es un deshumidificador.
Presta atención porque te vamos a explicar todo lo que debes saber sobre estos aparatos: qué son, cuántos tipos hay, para qué se utilizan y cuáles son los beneficios de los deshumidificadores.
¿Qué es un deshumidificador?
Los deshumidificadores son pequeños aparatos que consiguen evitar que el nivel de humedad de tu casa alcance niveles demasiado elevados. Vivir en una casa con un nivel de humedad demasiado alto puede tener, no solo consecuencias desagradables en nuestra vivienda, sino también en nuestra salud.
Así pues, este aparato lo que hace es condensar la humedad de forma que evita que afecte tanto a nuestra salud como a nuestro hogar. Además, también son muy importantes para evitar otra serie de problemas mucho más graves como la aparición de moho o destrozos en las paredes.
Aunque pueda parecer muy complicado, su funcionamiento es bien sencillo: simplemente absorbe el aire de la estancia creando una zona de aire frío sobre él. De esta forma, el aire se condensa y se acumula en un depósito que tendremos que ir vaciando cada cierto tiempo. Así pues, antes de ser expulsado, vuelve a pasar por una zona de aire caliente para recuperar su temperatura.
En el mercado se pueden comprar una gran cantidad de deshumidificadores diseñados para mejorar la calidad del aire del entorno en el que vivimos y donde pasamos la mayor parte de nuestras vidas.
Deshumificadores baratos recomendados
¿Para qué sirven los deshumidificadores?
Obviamente, la principal función de los deshumidificadores es la de rebajar la humedad que haya en el ambiente dentro de una habitación. No obstante, es muy importante añadir que también puedes mantener el nivel de humedad a raya y siempre en un mismo nivel estable. Como consecuencia, nos aseguraremos de que no pasaremos más frío o calor en las épocas extremas del año ya que la humedad puede provocar que se acentúen las sensaciones de frío o calor.
Por lo tanto, los deshumidificadores también sirven para mantener un espacio mucho más saludable, ya que no se te cargarán los pulmones debido a la excesiva humedad del ambiente. Además, como hemos dicho anteriormente, no tendrás esa sensación de frío extremo o calor que puede ser perjudicial para nuestro cuerpo y nos puede hace enfermar.
Tipos de deshumidificadores
En general, podemos dividir los deshumidificadores en dos grandes grupos: fijos y portátiles. Lo que marca la diferencia es, por supuesto, la comodidad y la posibilidad de transportarlo de una habitación a otra. En general, los deshumidificadores fijos y los aparatos de aire acondicionado con función deshumidificadora son más eficaces.
Dentro de estas dos categorías genéricas, se pueden hacer otras diferencias dependiendo de las características técnicas del aparato. Dependiendo del proceso físico utilizado para la deshumidificación del aire, distinguimos dos categorías de productos: deshumidificadores refrigerantes o de refrigeración mecánica y deshumidificadores desecantes o pasivos.
Deshumidificadores refrigerantes
Los deshumidificadores refrigerantes o de refrigeración mecánica tienen un compresor y aspiran el aire mediante un ventilador. De esta forma, consiguen atraerlo hacia su interior, dónde lo filtran para llevarlo a un serpentín de refrigeración (a muy baja temperatura). Una vez allí, el agua que está presente en el aire llega a un punto tan bajo que se separa del mismo. En este momento se pasa el agua por un calentador de aire y se vuelve a sacar al exterior.
Este proceso es más eficiente a altas temperaturas y en condiciones de alta humedad (más del 45%). Los deshumidificadores refrigerantes son menos adecuados en áreas geográficas con condiciones climáticas adversas, ya que funcionan mejor en ambientes más cálidos. Basados en un sistema físico más complejo que los deshumidificadores desecantes, tienen un precio más alto que puede entre los 90 y los 500 euros, con un precio promedio de alrededor de 200 euros.
Deshumidificadores desecantes o pasivos
Por su parte, los deshumidificadores desecantes son aquellos que funcionan sin refrigerantes ni compresores. Así pues, su funcionamiento se basa en un gel de sílice llamado desecante que absorbe el agua. Este proceso se realiza mediante un condensador que dispone de un rotor, cuyas hélices están impregnadas de este material. Cuando el gel ya no puede absorver más humedad, hay dos posibilidades: o bien se sustituye el material o bien se regenera poniéndolo en contacto con una corriente de aire, para reducir su humedad. Periódicamente se debe vaciar el agua recogida en el depósito.
Son aparatos muy sencillos y baratos que funcionan mejor en ambientes con poca humedad. Lo bueno de este tipo de deshumidificador es que es muy efectivo en ambientes de frío extremo y consigue dejar el aire con menos del 35% de humedad. Sin duda, es ideal para instalaciones industriales.
¿Qué factores tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir un deshumidificador?
Ahora que ya sabemos qué es un deshumidificador y para qué se utiliza, ha llegado el momento de ver cuáles son los factores más importantes a la hora de elegir un tipo de deshumidificador u otro. Así pues, antes de comprar un deshumidificador es recomendable que tengas en cuenta estos aspectos para que se ajuste mejor a tus necesidades:
- El volumen de la habitación a deshumidificar.
- La temperatura a la que funciona el aparato.
- El tamaño y el peso del aparato si piensas utilizarlo en diferentes habitaciones.
- La humedad máxima extraíble (número de litros en 24 horas).
- El volumen del depósito y/o la presencia de una tubería para drenar el agua.
- La posibilidad de ajustar automáticamente el nivel de humedad.
- La presencia de filtros para purificar el aire.
- La posibilidad de lavar los filtros.
Todos estos factores los debemos considerar en función del uso que le vayamos a dar. Así pues, no es lo mismo utilizar un deshumidificador secante que uno refrigerante. Por ejemplo, si le quieres dar un uso mucho más profesional y lo que necesitas es un deshumidificador que consiga resultados increíbles, sin duda deberías decantarte por un deshumidificador desecante. En cambio, si buscas algo para casa, quizá una opción más barata sería la mejor.
Sin duda, uno de los puntos más importantes y decisivos a la hora de elegir un deshumidificador es el presupuesto que tengamos. Según el dinero nos queramos gastar podremos acceder a una gama de deshumidificadores o a otra. Nuestro consejo es que no te decantes por las gamas altas si no le vas a dar un uso profesional. Para deshumidificar una casa basta con uno de gama media. Por ejemplo, para un uso doméstico no es necesario decantarse por un Delonghi, más bien te sirve un Duronic DH-05.
Los beneficios de usar deshumidificadores
Así pues, los beneficios de usar deshumidificadores son claros: conseguirás eliminar gran parte de la humedad del ambiente de tu habitación y evitarás problemas de salud o de mantenimiento en las paredes. Además, no supone un gran desembolso de dinero, por lo que es una manera barata de conseguir regular la temperatura en tu casa o en el trabajo.
Pero entremos más en materia. Mucha gente no sabe que, cuando la humedad alcanza niveles próximos al 70%, pueden aparecer hongos, moho y ácaros en tu casa. Este tipo de clima húmedo es muy beneficioso para que se reproduzcan este tipo de organismos. Así pues, si consigues mantener la humedad de tu casa en un nivel medio entre el 40% y el 50%, tu casa y tu salud lo agradecerán.
Cuando se controla el nivel de humedad, también se están controlando los problemas respiratorios de las personas que vivan en esa casa. Por lo tanto, los deshumidificadores son uno de los mejores aliados de las personas que tienen asma, debido a que mejoran los síntomas de esta enfermedad.
Un nivel de humedad controlado previene la corrosión de aparatos eléctricos, tuberías y otros elementos de metal que haya en la casa. Cuando el nivel de humedad supera el 50% es cuando se acelera la corrosión de los aparatos eléctricos, debido a la condensación del exceso de humedad en el ambiente.
Por todo ello, los deshumidificadores son tu mayor aliado para combatir el exceso de humedad en tu casa. Por este motivo es tan importante hacerse con uno de ellos, ya que, si bien no evita el calor, te permitirá mantener a raya a la humedad. Así que ya sabes, si estás pensando en hacerte con los mejores deshumidificadores del mercado, no dudes en visitar nuestras recomendaciones para hacerte con alguno de ellos y poder aprovechar todas sus ventajas.
¿Deshumidificador o aire acondicionado?
Hay dos formas de acabar con los problemas de humedad excesiva: los aparatos de aire acondicionado (portátiles o fijos) o los deshumidificadores. Pero, ¿cuáles son las diferencias? ¿Cuál elegir?
Si tienes problemas de humedad elevada y ya tienes aire acondicionado, prueba la función específica de deshumidificación antes de comprar un aparato dedicado exclusivamente a ello. Si planeas instalar uno para calentar y enfriar, recuerda que no pueden calentar el aire mientras se deshumedece el ambiente. Los aparatos de aire acondicionado suelen tienen el mismo o incluso mejor rendimiento de deshumidificación que los deshumidificadores.
Por otro lado, los deshumidificadores tradicionales eliminan el exceso de humedad condensándolo en agua, que se recoge en un recipiente especial. En comparación con los aparatos de aire acondicionado, su principal ventaja es el precio, ya que se pueden encontrar aparatos a partir de 20 euros.