¿Sueles tener la piel seca, los labios agrietados, los ojos secos y el dolor de garganta? Es posible que necesites un humidificador de aire. El hecho de tener uno significa elegir vivir en un hogar más saludable y disfrutar de todos los beneficios que pueden aportar en nuestra salud. El humidificador es un aparato cuya función principal es regular la humedad relativa en un ambiente. Un valor óptimo está entre 45% y 65% de humedad en la habitación (o en la casa, dado el caso). Eso se obtiene a través de varios sistemas aunque la finalidad siempre es la misma: lanzar vapor al aire para conseguir tener un porcentaje de humedad óptima en el ambiente.
Humidificador de vapor caliente
Existen varios modelos de humidificadores en el mercado. Entre ellos se encuentran los humidificadores de vapor caliente. Su funcionamiento es bien sencillo: no es otra cosa que calentar agua en un espacio controlado para liberar esos vapores. Se usa fundamentalmente en sitios donde hay calefacción, ya que el vapor ayuda a subir la temperatura de la habitación sin el contratiempo de secar el aire sino todo lo contrario.
Aunque el efecto es fantástico, puede llegar a haber una demora entre la activación y el funcionamiento, ya que el agua debe alcanzar una temperatura específica para comenzar a soltar vapores. Aunque hay varios métodos, algunas personas desaconsejan los humidificadores de vapor caliente porque los consideran ruidosos: el borboteo del agua en el recipiente puede llegar a causar incomodidad. Pueden tal vez tener razón en una habitación durante la noche pero para el resto de la casa no representa ningún tipo de problema.
El vapor caliente puede llegar a generar una humedad en las superficies muchísimo mayor y más rápido que otros métodos, debido a la diferencia de temperaturas entre el vapor en sí y las superficies, especialmente en las paredes. ¿Te has dado cuenta cómo se empañan los espejos del baño cuando usamos agua caliente? Se debe a que la temperatura de la superficie del espejo es mucho menor que la del vapor que llega a él, causando que el agua se condense en el espejo al entrar en contacto con és. Ese mismo efecto puede llegar a ocurrir en paredes y techos cuando no regulamos la cantidad de vapor que se está emitiendo.
Humidificador de vapor frío
También existen los humidificadores de vapor frío, que lanzan vapor frío al ambiente evitando este tipo de inconvenientes. Existen dos tipos de sistemas que usan este proceso, uno de ellos es el obtenido mediante hidrólisis y el otro método mediante iones negativos. Sin entrar en muchos detalles, ambos logran el mismo objetivo: crear vapor sin tener que calentar el agua.
Este vapor evita muchos problemas al no ser caliente. Uno de los que evitamos son los posibles accidentes por quemaduras, ya sea por el vapor que resulta o por el contacto con las superficies calientes del aparato. Este vapor no genera ningún tipo de inconvenientes con la humedad excesiva.
Otra de las ventajas es que pasa muy poco tiempo desde que el aparato se activa hasta que se ven los resultados, por lo que se pueden disfrutar de todas las ventajas que ofrecen los humidificadores rápidamente. Del mismo modo, esta forma de funcionar hace que sean muy silenciosos, lo que los convierte en ideales para usar en las habitaciones durante la noche.
Si vamos a lo que en realidad hacen, existen diferencias entre el vapor que genera un humidificador de vapor caliente y un humidificador de vapor frío. El segundo realmente es más semejante a un atomizador, pues logra convertir el agua en partículas mucho más pequeñas que pueden llegar a quedar suspendidas en el aire más tiempo. En cambio el vapor caliente es agua realmente en estado gaseoso. La diferencia es que el vapor caliente es vapor realmente y el vapor frío es agua en suspensión.
Otra diferencia apreciable, es que existen humidificadores de vapor caliente que permiten aplicar sustancias en su compartimientos. Esto ayuda a crear ambientes especiales. Estas sustancias o esencias se mezclan con el agua y reaccionan del mismo modo al calor, convirtiéndose también en vapor y lanzándose al ambiente junto al agua por lo que el beneficio puede llegar a ser doble ya que se regulariza la humedad en el ambiente y se mezclan aromas y otras propiedades en el aire también. Por ejemplo, incluir esencias de eucalipto junto al humidificador ayudará doblemente en el descongestionamiento de las vías respiratorias. Ya todos sabemos las propiedades de esta planta sobre este aspecto.
El humidificador de vapor en frío debe usarse con atención, especialmente con los bebés. Si se coloca muy cerca de ellos durante mucho tiempo puede llegar a causar complicaciones en la temperatura. Su función es regular la humedad del ambiente, no la temperatura. Es agua micronizada la que circula. El uso de vapor caliente es más indicado en invierno mientras hay calefacción y el vapor frío es mejor usarlo en la época de verano.
¿Dónde colocar un humidificador de vapor?
En general, se recomienda colocar el humidificador en el centro de la habitación para lograr una mejor distribución del vapor.
Si utilizas un humidificador de vapor caliente, se recomienda colocarlo a nivel del suelo. El vapor caliente, al ser más ligero, tiende a subir. Este posicionamiento permitirá que el vapor se eleve y se expanda por la habitación.
Por otra parte, los humidificadores de vapor frío deben colocarse a un nivel más alto (por ejemplo, sobre una estantería). El vapor frío es más pesado y descenderá naturalmente, esparciéndose por toda la habitación.
Se recomienda encarecidamente no colocar el humidificador cerca de paredes y muebles de madera, ya que el vapor de agua podría dañarlos. Además, se debe tener cuidado para mantener el humidificador alejado de fuentes de calor como radiadores.
Por último, si el humidificador se utiliza en la habitación de un bebé o un niño pequeño, se recomienda elevarlo a una distancia mínima de un metro para que el niño no pueda tocarlo o derramarlo.
Mantenimiento de un humidificador de vapor
Para prolongar la vida útil de un humidificador es esencial mantenerlo regularmente. En términos generales, se recomienda:
- Enjuagar el tanque cada dos días con agua clara y un poco de vinagre si hay restos de caliza.
- Limpiar la unidad y asegurarse de que todas las piezas estén completamente secas cuando no se utilicen.
- Vaciar y limpiar el recipiente con agua cada dos días, usando un paño suave y vinagre si hay espuma o depósitos de cal en el interior.
- Sustituir el filtro de cal según las instrucciones del manual de instrucciones que acompaña al producto.
[button-blue url=»http://amzn.to/2sphBo9″ target=»_blank» position=»center»]Ver más humidificadores de vapor[/button-blue]